Trata de una señora que está en su casa con tres amigas suyas, empezaron a hablar sobre las piedras de la señora.
Dijo la dueña de la casa que tenía una piedra de Hawai, otra que la trajo del río Guadalquivir, y dijo que otra la compró en el supermercado y sus amigas empezaron a reírse porque era tan bonita que no lo parecía.
De repente, cuando las amigas se rieron y movieron las manos, la piedra detectó el movimiento y echó una fragancia tan buena que se quedaron boquiabiertas.
COMENTARIO
Me gusta este anuncio porque las amigas de la dueña de la casa no le creyeron a la dueña y después se quedaron calladitas.
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